Mitos sobre el cáncer

El cáncer es una enfermedad ocasionada por el crecimiento descontrolado de las células de cualquier órgano del cuerpo, provocando fallas en su funcionamiento y pudiendo invadir otros tejidos, lo que se conoce como metástasis [1].

Existen muchos tipos de cáncer: este puede originarse en un pulmón o un seno, la próstata, el estómago o la sangre, entre otros. Aunque hay algunas similitudes entre ellos, su manera de desarrollarse es distinta, por lo que los tratamientos médicos disponibles para combatirlos o controlarlos son también diferentes; sin embargo, la mayoría incluye cirugía, radiación, quimioterapia, terapia hormonal, varios tipos de terapia biológica e, incluso, trasplante de células madre [1].

Saber que se tiene cáncer es complicado desde el primer momento: el paciente necesita que su médico le ayude a comprender su diagnóstico, le explique su pronóstico y le presente las alternativas de tratamiento más adecuadas para su caso, mientras que encuentra apoyo psicoemocional en su pareja, amigos, familia y el resto de su esfera social [1].

Debido a que muchas veces se detecta en etapas tardías, el cáncer es considerado un padecimiento sumamente agresivo, alrededor del cual se genera miedo y desinformación que pueden conducir a pacientes con este diagnóstico a sufrir depresión y ansiedad [1], por lo cual es sumamente importante desmentir los mitos más comunes entorno a él [1,2,3]:

Mito: Me han dicho que tengo un tumor. Esto significa que tengo cáncer.
Realidad: La mayoría de los cánceres forman masas conocidas como tumores; sin embargo, no todos los tumores son cancerosos. Cuando se detecta un tumor en un paciente, se practica una biopsia extrayendo un fragmento de la masa y analizándola para determinar si se trata de un tumor benigno (no canceroso) o uno maligno. En ambos casos, el médico determinará cuáles son los pasos a seguir.

Mito: Ser diagnosticado con cáncer significa estar desahuciado.
Realidad: La mayoría de los cánceres son curables o tratables si se detectan oportunamente. Desde la década de los 90 la mortalidad asociada a este ha disminuido constantemente: la supervivencia a 5 años en pacientes con cánceres comunes -como el de mama, próstata y tiroides- es de 90% o mayor.

Mito: Mi madre tenía una vida sana y aún así tuvo cáncer. Era su destino.
Realidad: Existen factores controlables -como la dieta y la actividad física- y otros no controlables -como la edad y los antecedentes familiares- que pueden aumentar nuestro riesgo de padecer esta enfermedad. De ahí la importancia de su prevención, detección temprana y tratamiento oportuno.

Mito: Varias personas en mi familia han tenido cáncer, seguramente yo también lo desarrollaré.
Realidad: No necesariamente, se calcula que sólo el 5% de los cánceres son causados por factores hereditarios; sin embargo, los antecedentes familiares deben comentarse con el médico para que éste los considere en las revisiones periódicas al paciente.

Mito: Nadie en mi familia ha tenido cáncer, yo tampoco lo tendré.
Realidad: Aunque es posible que la probabilidad de desarrollar algún tipo de cáncer sea menor en personas que no cuentan con antecedentes familiares de la enfermedad, esta puede ocurrir como consecuencia natural del envejecimiento o la exposición a factores ambientales como el humo del tabaco o la radiación.

Mito: Los alimentos con azúcar o edulcorantes causan cáncer o lo empeoran.
Realidad: Hasta ahora no se ha encontrado evidencia científica sólida que indique que estos productos causen o empeoren el cáncer, pero una dieta saludable y balanceada, limitada en alimentos y bebidas procesados, es fundamental para la prevención y control de esta y otras enfermedades.

Mito: Una operación podría hacer que el cáncer se disemine.
Realidad: La probabilidad de que esto ocurra es muy baja. Los cirujanos especialistas tienen protocolos estrictos para el manejo de las biopsias y tumores.

Mito: Existen plantas medicinales y otros tratamientos alternativos que curan el cáncer.
Realidad: Si bien hay estudios que han permitido suponer que algunos tratamientos alternativos pueden ayudar al paciente a tolerar el dolor propio de la enfermedad o los efectos secundarios causados por el tratamiento contra esta, ninguno ha demostrado eficacia contra el mismo cáncer. Confiar en productos “milagrosos”, puede poner en riesgo la salud del paciente o, simplemente, resultar una estafa.

Dentro de su portafolio, PROBIOMED cuenta con productos para controlar diversos tipos de cáncer y las complicaciones asociadas a su tratamiento brindando al paciente una mejor calidad de vida.

Recuerda que en opinión de los expertos, los chequeos médicos de rutina junto con un estilo de vida saludable que incluya dieta equilibrada, actividad física regular, descanso suficiente y relaciones sociales positivas, son importantes para cuidar nuestra salud general.

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